martes, 26 de febrero de 2013

O´Malley


Qué sonrojante es la luna de ayer. Con todo lo que ella ha cambiado, se sigue dejando ver en los arrabales. Consumidores del frívolo erotismo están de enhorabuena, a medianoche empieza su función.
Por no llevar no lleva ni telón. De acero ni de vergüenza. Música que excita a las gatas sedientas, ahogadas en el líquido elemento.
Qué soez es la memoria; qué palabras teje. Con todas esas historias se hará un vestido, con el que trocar las hieles en busca de algo que poder plantar.
Va arrastrando un muro y mil llaves, sin más esperanza que el abandono de la fuerza que la sujeta al suelo.
Su pena ha florecido hermosa. Pena que no la vea, pena que no se toca.

domingo, 24 de febrero de 2013

Sin devenir. De nuevo.


El fuego de la vida nunca perdía pasión; con la misma fuerza que cazaban su necesidad, hacían el amor a su destino.
Nunca se apagaba bajo el soporte suspirado de ese cielo inalcanzable.
No crean lo contrario, en el fondo nadie lo quería alcanzar. Era su abrazo más satisfactorio que su conversación.
Ellos eran amigos de su cielo. Lejano amigo que siempre les observaba con ternura, siendo amor el tributo por una canción.
La historia no tiene fin, ya que, como dijo su cielo, tampoco tuvo un principio. El tiempo no se mide si no en noches, y si alguien duda de ello, las nubes le hacen entrar en razón.
Y en cuestión de despedidas, recuerdo que...

Sin devenir



... con un punto, continúa esta historia y así siempre.



las cosas más interesantes están Debajo del cielo. Debajo del mismo cielo juegan tierras completamente diferentes. En uno de ellas , donde la sonrisa celeste , vivían ellos. Ellos, ellas y un mundo.
En ese lugar no había nada que no debiera, mas no era un sitio perfecto. Ellos decían que ese sitio estaba más arriba, y a él ofrecían sus mejores momentos de libertad bajo el son de la música que los padres de sus padres habían encontrado.
En esa tierra creían firmemente, casi tanto como su suelo, que nada que respirara era dueño de nada, que nadie vivo podía dotar de realidad a algo. Eso era cosa de la nube azul.
El cielo creador regaló mucho a esos ociosos personajes, simplemente permaneciendo en su sitio. Podría haberse movido a otro mundo, pero era un precio que ni la más impulsiva deidad pagaría, no podría escuchar la música desde allí.

sábado, 16 de febrero de 2013

They dont care


-Así que el plan era huir del karma. Bien podías haber encontrado un objetivo menos duro. Es casi la rendición de las palabras.
-Déjalas de rodillas, a donde vamos no dependeremos de ellas.
-¿Hablas de morir ya?... ¿dónde está la esperanza?
-Hablar es otra palabra, cíñete al plan.
-Entonces... ¿Ahora qué?
-Relájate y disfruta, tenemos una eternidad por delante.
-¿Y el karma?
-Hay que ser demasiado cruel para castigar con algo infinito, ni lo pienses con palabras.
-Apaga el Sol.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Vivir en llamas

Yo sólo le he pedido que se vaya. Esa vieja sombra, que recuerda aquello que aún no he podido decidir. Cada día, antes de que pueda darle la bienvenida al sol, ella se retuerce bajo las sábanas. Me abraza despacio sabiendo que puede permitírselo, que no podré escapar.
No duermas lejos, parece que dice, mientras me nubla la mirada y hace que la luz sea metáfora del crepúsculo que lo ocupa.
Es este lejano desierto, moramos solos. Solos los dos sin nada que nos indique el norte, ni el sur, ni dónde existe una brújula. Somos vulnerables a ese incansable repetir, a el oscuro devenir, que la sombra ya ni sabe porqué le ha abandonado con un desalmado.
Abrir los ojos es ahora vieja costumbre, nostalgia de cuando veíamos, futuro de un final. Déjenme con ese final a solas, que se haga la luz y pueda ver dónde he perdido la fe, dónde están las huellas de este insufrible placer que ha sido perderme.
Hágase la luz, pero que se haga despacio, que aquí hay seres que todavía duermen.