Es la pose brillante la culpable del
concierto de tu oscura psyché. Sé que es natural el bullicio, por
aparición o por ausencia.
Sabe tantísimas cosas, y todas tan
inútiles, que igual de eficiente resulta la inyección de libros que
la lectura de opiáceos.
Una y otra vez, golpe tas golpe. Un
lado primero, luego otro, un incisivo hematoma en el lugar adecuado.
Aumenta el dolor, y con ello las marcas, si dije cicatrices mentí,
hablemos de sangre brotando, hablemos de alcantarillas rotas.
Un brindis violento, el orgullo de los
dictadores, la estética romántica que Burton quiso para mis ojeras.
Uno se pregunta dónde estabas antes.
Sucio dos, segundo dos, último minuto.
No sería suficiente el atrevimiento de
una estrella del rock para mantener dos segundos la mirada.
El presente envenenado que es lo
lúgubre de mis espejos.
Cuando el hastío no hace justicia, y
las palabras ya no representan, ahonda en la democrática tiranía de
la indiferencia la solución a tanta pose.
XXX Stinky Rat