miércoles, 29 de febrero de 2012

El ladrido del perro viejo

Los perros viejos siempre vuelven, y los que no vuelven es por una clara razón. Perro viejo aún ladra, rara vez muerde, pero siempre escucha.
Acompañados de un ingrato aunque realista adjetivo, son mucho más perros que viejos. Siempre han sido lo que son, perros, pero eso de viejo es algo coyuntural.
Estos perros, especialmente los viejos, tienen un paradójico futuro por venir. Plagado de mordiscos, ladridos y pulgas. No hablemos de orines en esquinas, que muy probablemente también tengan algo que decir al respecto.
Después de tanto tiempo husmeando en calles húmedas y abandonadas, los perros viejos se dedican a zambullirse los unos con los otros, entre pasados idílicos y acontecimientos fortuitos.
El gran sentido de la manada que tienen estos perros viejos hace que los acontecimientos, por muy adversos o diversos que sean, no consigan evitar que se reúnan.
Juntos ladran a la luna, agradeciendo no haberse ido nunca.
Nunca han ladrado tan alto. Nunca han sido tan libres, nunca han sido tan viejos.
Siempre han sido perros.
Perros viejos.

viernes, 24 de febrero de 2012

De pieles y mudas

La superficie era incoherente, un desorden de objetos con un sino confuso. El cielo se manifestaba en la tierra y la tierra en el cielo, en el medio la nada, y en la frontera de la existencia, un concepto circular.
La anarquía existencial era dueña de la dulce dama de la calma. Narcotizada por una certeza plagada de errores y de una objetividad parcial que las rocas alababan. La rendición de tributos era constante, sistemática y aniquiladora. La más eficiente forma de hacer reinar a la incoherencia.
Era tal el vacío, que un átomo sentía claustrofobia de su propia situación.
Como si de una chispa de divina creación se tratase, apareció la única forma de resolver el puzzle.
Las llamas se apropiaron de toda la escoria que gobernaba y dirigía ese averno anacrónico. Cada pequeña y mísera porción de sustancia desapareció entre un áurea flamígera. Cada acierto, cada error, fueron igualados. La nada garantizó el punto medio entre dos excesos, entre dos actos, entre dos esferas. Todo fue llevado instantáneamente a tiempos de validez pretérita.
Esa superficie fue testigo de una nueva creación. Sana, pura, cauterizada y catártica.
No estaba exenta de errores pero era lógica, y nada hacía a sus habitantes más felices que entender qué pasaba a su alrededor.

martes, 21 de febrero de 2012

What is time?

Ahora que todo mi tiempo es libre, dame una pasión y unas cadenas, y haz que vuelva a ser feliz.
Ahora que todo mi tiempo es libre, haz que llueva, que truene y que duela, en una noche sin fin.
Ahora que todo mi tiempo es libre, valoro a los reos en prisión y envidio a los esclavos.
Ahora que tengo tiempo, y además es libre, quítamelo, ya te lo pediré cuando lo necesite.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Júbilo ciego

El dulce placer del guiño de la justicia. Y con la venda puesta.
Acostumbra a jugar con su balanza, a veces de forma torticera, y resulta muy difícil no darle la espalda cuando todo parece indicar que no eres importante para ella. Del mismo modo que a veces te arrebata las ganas, otras te devuelve el esfuerzo invertido. Y con una sonrisa. Esconde la espada.
Se esconde, no quiere desnudar su mirada. No quiere desnudar su mirada ni que sean otros los que la desnudan. Detrás de esos ojos se esconden demasiadas cosas para hacerlo público.
Y repito, cuando te lanza un guiño, sólo se puede aceptar y sentirse afortunado. Y es justo.

domingo, 5 de febrero de 2012

There is, there are

Haber hay de todo, pero podría haber más. Arde el alma del que de la ironía hizo entorno, y de sueño un bostezo.
Aburre el fracaso y el perfil de toda faz. De frente y sin secretos es como se ansía el futuro. Sin secretos pero no sabiendo todo, hay que dejar un hueco a la sorpresa. Y si esa sorpresa se concreta en las manos, al menos tendrás un instante donde el tiempo hará mofa de la situación, sea deteniéndolo, o yéndose sin avisar.
Ya que el conjunto asume la valía de lo individual, no veo motivo para desechar un cuadro interesante. En el museo donde cada obra es una novedad ya observada, analizada, y en algunos casos, pretéritamente desechada. Y aún así, vuelven.
Los reptiles laten después de expirar.

Hay tantas lenguas como reglas, y quien quiere romperlas
lacras, secuelas y escuelas, que huelen a leguas
caballos y yeguas, cerdos y cerdas y quien quiere montarlas
terminales y amargos finales sin B.S.O ni treguas

viernes, 3 de febrero de 2012

Normalmente sí

  • ¿ Y qué me dices de su falta de visión? ¿Acaso no es terriblemente molesta?.
  • Ver bien complica las cosas, y ya son demasiado difíciles mirando de reojo.
  • Pero, ¿ y esa honestidad de la que haces gala? ¿ la usas cuando te es propicia o directamente es un simple recurso para atacar a los demás?
  • Entiendo que no quiera ver, igual que entiendo que un pobre pida una moneda, aunque le deshaga por dentro, a veces es necesario protegerse.
  • Entonces, ¿por qué tú no lo haces?, ¿por qué racionalizas tu entorno y justificas su cobardía? ¿te gusta ser un mártir? ¿quieres serlo?
  • No soy un mártir, no busco que nadie me vea como algo parecido a eso, simplemente asumo que yo no podría vivir de otra manera, pero yo no soy tú, ni otra persona. Tu beneplácito sobra, y el martirio es cosa de los que muestran afinidad por el honor, y esos inventos gramaticales de los que se sienten victoriosos en su derrota vital.
  • Vuelves a hacerlo, vuelves a dar por malo lo ajeno, pero lo justificas si con ello son felices.
  • ¿Ellos son felices no? Deben estar rodeados de mentiras que funcionan, resulta envidiable.
  • Eres un infeliz.
  • No me mientas.

jueves, 2 de febrero de 2012

Proverbio del cínico

Donde hay humo es que hay fuego. Todos lo saben. Nadie lo discute.
Ejerciendo de forma impersonal, diré que no seré yo el que se lo diga al tren.
Así nadie acierta, y todos se equivocan.
Tu sibilino tránsito es un porcentaje. Absolutamente anexionado a la nulidad.
Y reincido, que no repito, no seré yo el que se lo diga al tren.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Desde que el mundo es hombre

Si hay algo relativo es el olvido
si algo que se enturbia déjale un respiro
si el río ríe es que ya no está escondido
si al final todo fluye, déjalo contigo.

Si un “sí” es un “no”, quizás sea un error
si quizás es al contrario une al terror el fallo
si fue amante del dolor y un desengaño
no puede ser tan malo, si aún no lo has olvidado.

Si hay algo relativo es la certeza
es aviesa no avisa y remueve la cabeza
si es que de ella aún eres presa
de cosquillas y sonrisas no vivas, si acabar quieres de una sola pieza.