miércoles, 21 de septiembre de 2011

Starway to M.I.A


Cuando la libertad te encierra en un rincón y las cadenas te quedan flojas, descubres el increíble y angustioso mundo de la vida sin objetivos. Apresada, ahogada y manipulada vilmente por la condena del infernal vagar en terra incognita.
No quedan drogas para huir de la nada, acabaste con ellas cuando lo tangible se manifestó y también necesitaste refugio. Disfrutaste de los placeres mundanos, errando en su falsa esencia divina, y desde luego creíste ser omnipotente y feliz.
Imagina una máquina de escribir sin tinta, sin papel, y sin ideas. Hay quien dibuja ese triste escenario a su alrededor, en un entorno infectado y sin esperanza posible. La metástasis se hace patente cuando los seres vacíos comienzan a hablar, y tu anhelas no llegar a ese punto nunca. Es como ver a un enfermo, que por simple y natural empatía te recuerda tu fragilidad.
Encadenarse a la ignorancia puede dormir tus miedos, y sepultar alguna que otra lágrima que se asoma con timidez cuando parece que todo lo demás falla.
Se puede usar la ignorancia y la mentira como escalera para ascender a cotas más altas, pero no se puede uno olvidar que sólo es eso, una escalera. No se puede vivir en una escalera. No se debe vivir en una escalera. Incluso el piso más bajo es más cómodo que una escalera.
Cuando alguien encuentre la llave de su prisión particular, seguramente cuando se libere, volverá a su estado anterior de clausura de acción y lanzará la susodicha por la ventana.
El dulce placer de la prisión y la imposibilidad de error es tan cómoda que quien sabe, puede encontrar la forma de dormir en una escalera.

1 comentario:

  1. De seguir así, puede ser que llegues a crear una tendencia literaria. Muy buen texto. Ahora coge una sierra y corta los eslabones de esa cadena que oprimen un tiempo que debe ser ocioso.

    ResponderEliminar