domingo, 16 de diciembre de 2012

A Santiago

Siento haber estado en donde estuve, el tiempo que estuve. Gracias por no haberte movido ni medio palmo.
Siento que la espera haya sido larga y el saludo tan corto. Gracias por haberme recibido entre lágrimas.
Siento no haber podido gritar hasta escucharme, que ni la tecnología me haya dejado hacerte ver lo que yo veía. Gracias por haber cuidado de mi padre.
Siento haber perdido las palabras correctas, las chispas adecuadas, las llamas y cenizas que acompañan tu viaje. Gracias por haberme guardado la sonrisa.
Que la intuición y la empatía no son nada en comparación con todo aquello que algún día podré mostrar.
Siento haber llorado mares y que sean justamente insuficientes. Siento que los meses pasen de tres en tres, pero ante todo, gracias por devolverme aquel aliento que dejé escondido detrás del árbol torcido.

"Que casas hay muchas y hogares bien pocos
que males asustan y bienes dan logros
sin tiempo ni lucha el premio no es oro
mi vida tiene un sitio y ese sitio no es el globo"

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