Haber hay de todo, pero podría haber más. Arde el alma del que de la ironía hizo entorno, y de sueño un bostezo.
Aburre el fracaso y el perfil de toda faz. De frente y sin secretos es como se ansía el futuro. Sin secretos pero no sabiendo todo, hay que dejar un hueco a la sorpresa. Y si esa sorpresa se concreta en las manos, al menos tendrás un instante donde el tiempo hará mofa de la situación, sea deteniéndolo, o yéndose sin avisar.
Ya que el conjunto asume la valía de lo individual, no veo motivo para desechar un cuadro interesante. En el museo donde cada obra es una novedad ya observada, analizada, y en algunos casos, pretéritamente desechada. Y aún así, vuelven.
Los reptiles laten después de expirar.
Hay tantas lenguas como reglas, y quien quiere romperlas
lacras, secuelas y escuelas, que huelen a leguas
caballos y yeguas, cerdos y cerdas y quien quiere montarlas
terminales y amargos finales sin B.S.O ni treguas
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