El justo descanso del guerrero no podía llegar hasta desprenderse de la carga del deber. La carga de enseñar el camino a los más pequeños. Otorgarle la clave del Sol a aquellos que tendrían que derramar anhelos por ella.
Escondan luz donde quieran, guárdenla donde puedan y aún así no será bastante. Conserven luz, hijos de la tierra, pues allá donde los días no vienen a caballo del sol, las noches no cesan en su lúgubre cometido.
Siempre que se habla de batallas se obvia la más importante, que no es más que la siguiente.
Cinco líneas para conservar la clave del Sol, cinco líneas para proteger la luz. Sosteniendo Atlas el devenir, sin que nadie se percate.
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