Firmemos un pacto, uno de los que dejan a las dos partes satisfechas, como el sexo de reconciliación. Hagamos como los asiáticos, hagamos de la crisis oportunidad.
Ante la discrepancia evitemos el arbitrio y la voluntad pura, destruyamos nexos causales, huyamos de ética autodestructiva, sólo firma aquí.
Con la consumación gráfica, estilográfica si quieres, llegará la calma, llegará la paz de la letra sellada con la certeza y el compromiso de no beligerancia.
Lo hemos visto antes: contrato social, lealtad, matrimonio, amistad.
Pactos que funcionan, que tienden a romperse por la creación de nuevos pactos, pero el nuestro es sólido.
No hay letra pequeña, ni pequeños flecos, sólo grandes promesas de no prometer nada que no esté escrito.
Todo lo que necesitas es firmar aquí, todo lo que necesitas es..
No hay comentarios:
Publicar un comentario