Resulta difícil reconocer cuando algo es imprescindible en tu vida, en tu rutina. Por causas ajenas a nosotros y por otras directamente provocadas por el orgullo y otros maravillosos sentimientos tendemos a alejarnos de aquello que más necesitamos.
La echaba de menos. Con ella a mi lado viví mis mejores y mis peores momentos: guerras en oriente, crisis mundial, atentados, terrorismo, divorcios, lágrimas, soledad , melancolía, pena... pero también mi primer amor, mi primer año pseudo independiente, el sexo, la amistad, la risa.. Hemos pasado tantas cosas juntos que negar que la echaba de menos era mentir, formaba parte de mi, éramos uno solo y nos compenetrábamos a la perfección.
Un terrible día decidí cortar por sano y la abandoné, pensé que estaría mejor así, que tenía por delante una vida de nuevas emociones, de aventura y cambios, pero siempre tuve un ojo puesto en el pasado que tarde o temprano me haría recaer.
Sentir el roce de mis labios con su tacto, juguetear con las manos; recuerdo su olor, su forma,su tono rubio, su suave contoneo sólo con un leve gesto con mi mano.Conversaciones solos ella y yo, sabía y entendía cada palabra de mi mente, cada idea, cada opinión, y aunque discutíamos mucho, siempre llegábamos a entendernos.
Tantos recuerdos, esa sensación de bienestar, de sentirte completo, de invertir tiempo y dinero en ella, salir a la calle aunque esté lloviendo sólo por cinco minutos a su lado, todo eso no cayó en saco roto, lo tengo grabado a fuego en mi interior.
Era todo ardiente, una leve chispa la encendía y juntos disfrutábamos en cualquier parte, si bien es cierto que la ley ahora nos limita..maldito escándalo público.
A día de hoy es oficial, ya no hay coqueteos ni dudas, volvemos a estar juntos con todo lo que ello conlleva.
Hemos vuelto, y puede que para siempre, yo y mi cajetilla de camel.He vuelto con mi amor del instituto, con mi pequeña droga y mi gran vicio, yo y mi pitillo.
Dicen que amores que matan nunca mueren, veremos en que acaba este idilio, que pese a lo humeante de nuestra relación, no se pueden considerar malos humos, o al menos no peores que un matrimonio medio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario