jueves, 24 de noviembre de 2011

Senectud

Los sabios cambian de opinión, los obcecados no. Me gustan las posturas vehementes, en la cama y en las mesas, con café o con almohadas. Quizás por eso admiro a los reincidentes, emocionales o delictivos. Hacen lo que creen y quieren. Una y otra vez.
Unas cosas llevan a otras cosas, pero a veces unas cosas llevan a las mismas cosas. Pregúntenle a un drogodependiente. Y ya que hablamos de drogas hablemos de política, religión y violencia de género. Creo que tengo un puñal debajo de la cama que...

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