Es presa fácil de la envidia, de la rabia, la avaricia y alguna que otra mala filia.
Es cazador de dolores y sinsabores, de amores sin direcciones, que la “i” de “frío”tildan.
Dice ser hijo de un tirano, hermano de un buen ciudadano, y esposo de un placer mundano.
Él es un hombre medio, envuelto en soledad y tedio, mediocre sin remedio y aún así se vanagloria.
“Yo no vendo frases, vendo sensaciones, mi lado trágico es tráfico de emociones”.
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